El proyecto de plátano pertenece a la empresa DAPASA (Desarrollo Agropecuario del Parrita, S.A.), y ya tenemos 5 años de producir plátano de forma exitosa para el mercado local, internacional y para la industria de snacks. Está ubicada en el Pacifico Central de Costa Rica en el cantón de Parrita en la provincia de Puntarenas.

Esta zona se caracteriza por basar su economía principalmente en la agricultura, donde sobresalen el arroz, la palma aceitera y la ganadería. En los últimos años ha crecido la inversión en los cultivos de plátano y banano. Sin embargo, esta zona entre 1972 y 1985 llegó a cultivar más de 7.800 hectáreas de banano.

Esta zona se caracteriza por una alta radiación solar, elemento fundamental para el adecuado desarrollo del cultivo. Tiene dos épocas climáticas bien definidas, una época seca de diciembre al mes de abril y una época lluviosa de mayo al mes de noviembre. Siendo los meses de abril y diciembre meses de transición climática. Es una zona cálida con temperaturas entre los 25C y 33C. Del año 2018 al 2022 la precipitación promedio anual ronda los 3.700 mm.

Cultivamos la variedad de plátano Curraré Enano (Musa paradisiaca), la cuál pertenece a las familias de las musáceas, pariente del cultivo de banano (Musa sp.). Se caracteriza por ser una planta de porte bajo, con racimos considerados “medianos”, con pesos promedios de entre 14 y 178kg y con 35 – 40 dedos por racimo.

Nos basamos en los principios de agricultura de precisión. Todo inicia con una caracterización detallada del sitio, donde cruzamos variables climáticas con las características del suelo y las características de la variedad. Con base en esta información decidimos cuáles son las mejores prácticas de acondicionamiento del suelo en beneficio del cultivo. Por ejemplo, la construcción de drenajes, mecanización del suelo, elaboración del programa de fertilización y de enmiendas e infraestructura requerida.

El material de siembra proviene de cultivo de tejidos que asegura la pureza genética de la variedad y nos asegura un material libre de plagas y enfermedades. Esto nos ha permitido mantener un cultivo con niveles muy bajos de nemátodos, por lo que no requerimos aplicar plaguicidas para este fin.

El departamento de ingeniería ha establecido una serie de prácticas culturales como deshoja y saneo, deshija, limpieza de pseudotallos y descompactación manual del suelo; todo con el objetivo de reducir el uso de plaguicidas dentro de la plantación.

Procuramos que nuestros colaboradores sean de la zona, activando así la economía local. Todos nuestros colaboradores son mayores de edad, cuentan con todas las garantías sociales y laborales que la ley establece, se garantiza un salario justo y competitivo y condenamos el trabajo infantil.

Invertimos constantemente en charlas de salud ocupacional para los colaboradores, buscando reducir y mitigar riesgos laborales, para el manejo adecuado de alimentos y un adecuado ambiente laboral.

La empresa invierte en programas sociales como el equipo de atletismo y el equipo de fútbol, promoviendo el deporte y la salud. Contamos con un programa para crear emprendedores en la comunidad, donde se capacitan principalmente a las mujeres jefas de hogar en diferentes temas, como administración, gastronomía, manipulación de alimentos, etc. Además de programas de apoyo psicológico, capacitaciones en el combate a las adicciones y talleres de bienestar familiar.